Comorbilidades asociadas a la psoriasis
La psoriasis es algo más que una enfermedad de la piel, es un trastorno
autoinmune crónico. La psoriasis severa puede estar asociada a problemas
cardiovasculares, a la obesidad o al síndrome metabólico, en cuyos casos
aumenta el riesgo de muerte prematura. El doctor Lluís Puig, director del
departamento de dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de
Barcelona y profesor asociado de la Universitat de Barcelona, comenta cuales
son los factores que crean comorbilidad en los pacientes con psoriasis.
La Piel
La piel es el principal órgano diana de muchas enfermedades
como la psoriasis. Sin embargo, a pesar del daño intenso que sufre puede
regenerarse por completo, aunque hay pacientes que por culpa de la psoriasis
también ven como la afectación se extiende a las articulaciones. El componente
inflamatorio de esta enfermedad puede ser tan intenso que llega a repercutir en
otros órganos del cuerpo.
Comorbilidades Asociadas
Las comorbilidades asociadas a la psoriasis son de
diferentes tipos. Encontramos, por una parte, las relacionadas con factores
psicológicos como depresión o ansiedad. También las hay por relación
patogénica, que se asocian porque los mecanismos que las producen tienen puntos
en común con la artritis psoriásica. Los hábitos tóxicos como el tabaco y
el alcohol, más frecuentes en estos pacientes, contribuyen, con los factores de
riesgo cardiovascular clásicos (hipertensión, diabetes mellitus, dislipemia,
obesidad y síndrome metabólico) a aumentar el riesgo de infarto de miocardio y
muerte de causa cardiovascular en los pacientes con psoriasis grave, y este
aumento es relativamente mayor en los pacientes jóvenes. Por último, cabe
destacar las enfermedades en las que el mecanismo de asociación no queda tan claro,
como sería el caso de algunos cánceres. Las enfermedades mencionadas disminuyen
la esperanza de vida en los pacientes con psoriasis grave, afectando en mayor
medida a pacientes jóvenes.
Enfermedad de Crohn
En el caso de la enfermedad de Crohn existen vías comunes en
cuanto a los mecanismos por los que se activa la enfermedad. Por tanto, hay
factores genéticos. La enfermedad de Crohn es más frecuente en pacientes con
psoriasis y a la inversa, así que algunas vías de tratamiento pueden resultar
muy efectivas en ambos tipos de enfermedad a la vez.
Efectos del Tratamiento
El tratamiento intensivo de la psoriasis, especialmente con
algunos fármacos, podría reducir a largo plazo no sólo la actividad de la
enfermedad sino también el riesgo del resto de enfermedades asociadas y los
acontecimientos fatales que acortan la vida de estos pacientes. La psoriasis es
una patología multidisciplinar que va más allá de la figura del dermatólogo,
aunque éste siempre es el eje del cuidado de los pacientes. Sin embargo,
la eficacia de los tratamientos sistémicos convencionales se ve limitada por su
toxicidad, que a menudo coincide con alteraciones preexistentes en estos
pacientes. Por ejemplo, la ciclosporina afecta de forma negativa al control de
la hipertensión y la dislipemia. Este es un ejemplo de las limitaciones que las
comorbilidades suponen a la hora de elegir un tratamiento sistémico, algo que
queda notablemente reducido con los tratamientos biológicos.
Tratamientos Biológicos
Los nuevos tratamientos biológicos juegan un papel
fundamental ya que son muy eficaces y ofrecen los máximos resultados con los
mínimos efectos en los órganos diana. Su toxicidad es mínima y tienen muy buen
perfil en cuanto a los efectos adversos. Además no solo logran blanquear la
piel sino que mejoran el riesgo cardiovascular relacionado con la inflamación.
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